reacción a:
⏩ Pᴀʀᴛɪᴅᴏ Eɴᴇʀᴏ 2017.
⏩ Tɪʙᴜʀᴏɴᴇs ᴄᴏɴᴛʀᴀ Cᴀʙʀᴀs ¡ᴅᴇsᴇᴍᴘᴀᴛᴇ!
⏩ 18:30ʜs - 20/01/17
—¡Enhorabuena, Tiburones!
El japonés alentaba sentado desde la tribuna, su voz se perdía entre los agitados cantos de los estudiantes eufóricos después de haber ganado el campeonato. Esa alegría de compartir un objetivo en común entre tantas almas tomaba la forma de una intensa descarga que recorrió su cuerpo entero, y se lo comunicó a través de ritmos cardíacos acelerados cuando los Tiburones estaban a punto de anotar. Era un día de festejo para el equipo de hockey sobre hielo, y para Minoru, el descubrimiento de una nueva vocación.
No le resultó difícil descifrar cual fue la mejor parte del partido: los ágiles movimientos de los porristas acompañados por la música que aún retumbaba en sus oídos, transmitiéndole una melodía pegadiza aunque sin un significado que pudiera descifrar —después de todo, su nivel en el idioma no era lo suficiente como para comprender el dialecto de los universitarios.
Sin duda, el desempeño de los jugadores en el partido sería furor en las redes sociales. De esta manera descubrió que jamás debía subestimar ningún día. Si bien tuvo que enfrentar su miedo a las agujas por la extracción de sangre, un brunch tardío y poco saludable, y mareos que persistieron durante todo el día, el muchacho salió del estadio con una nueva motivación: entrenarse para describir aquellos círculos en el aire, generar cientos de sensaciones diferentes a través de su cuerpo, y descubrir el cielo a partir de estratégicos movimientos que sólo en Jeguk, en esta última etapa como estudiante a tiempo completo, tenía la oportunidad.